Sabado 18 de abril, stgo.
Te vieron y era lo que le faltaba a mis ojos para llorar, lo que le faltaba a mi cuerpo para sentir, lo que le faltaba a mi mente para descansar, para respirar.
Pensar que solo estabas a unos metros míos trajo a mi memoria infinitas imágenes, innumerables recuerdos, y pensar que tomabas la mano de otra me traslado años atrás, donde también caminabas junto a alguien, y donde tampoco pensabas en mi…
Tal vez no eres tu lo que hace que mi mundo se detenga, impidiendo que continúe con mi vida, tal vez es la idea de que en mi vida estoy sola, que nadie toma mi mano, que nadie camina junto a mi, que nadie me defiende, que nadie me protege, y que nadie escribe algo porque me acaban de ver...
Alejandro filio, aunque no estas.... trova... nuestra trova...
Desperté y el silencio supo a ti
y al abrir la ventana supe más
supe que la mañana se podía recortar
para enviarla en un sobre a donde sueles despertar
qué maneras extrañas tengo para recordar.
Desperté y respirando comprendí
que detrás de un milagro vienes tú
hace tantos inviernos que no puedo rescatar
al adiós que en el tiempo nos partió por la mitad
tú del brazo el viento y yo mirándote volar.
Qué maravilla es poder sentirte aunque no estás
siempre supe que en el viento te podías quedar.
Las historias hermosas son así
nos prometen de lejos ser verdad
le pedimos al tiempo que les traiga por acá
y al final en un sueño suelen ser casualidad
a la vuelta del corazón volvemos a empezar.
Como nube la dicha nos llovió
sin saber hasta donde caminar
y a tu mundo pequeño le inventaba una canción
delicada y perfecta como alma de caracol
tú dormiste y la luz después del día nos cegó.
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