Sábado 31 de enero, valle del Elqui
Mientras miro el fuego me voy hipnotizando con su poder, con su magia. Simplemente lo miro, pienso y aunque palabras como soledad, vacio, desesperanza quieren arrancar de mi mente y apoderarse de mi lápiz, no lo permitiré, mi superyó me lo impide, mis ganas de estar bien lo superan… sin embargo, quien soy yo sin estas palabras?, por primera vez no me importa el que dirán, solo quiero sumergirme en mi mundo, sin esperar nada a cambio, refugiarme en la compañía del calor del fuego mientras vivo este instante, un instante melancólico, un tanto nostálgico, pero que al fin y al cabo es mío, es único, y que pretendo capturarlo sin su permiso. No obstante y sin quererlo te traiciono y pienso en otra compañía, en otro abrigo, en otras manos que puedan llenar este vacio, el cual no comprendo ni comparto, pues lo tengo todo, pero a la vez nada y no se si yo los he dejado escapar o si ellos me han abandonado, solo cuento con el refugio de alguien que esta arriba, que nunca me ha dejado sola, a diferencia de lo que yo si hice con él. Se también que él es el único, el incondicional, el único ser eterno… pero dudo, porque tal vez lo nombro para no traer al presente a otros.
martes, 10 de febrero de 2009
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